ARTÍCULO ÚNICO

Angel Mario Ksheratto/

Policía que atraca
No puede un estado ser seguro, si su propia policía abusa de su poder y asalta a los ciudadanos; no son casos aislados, los que hemos escuchado últimamente. Son, por desgracia, práctica común de los cuerpos de seguridad, sean éstos municipales, estatales e incluso, federales. La historia que hoy le cuento, es una de muchas que se repiten casi a diario y es verdaderamente preocupante, aterradora.
Por seguridad de algunos de los involucrados, omitiremos sus nombres, toda vez que policías y ministerios públicos, han amenazado a las víctimas, lo cual, en un estado aparentemente seguro y de Derecho, no debería ocurrir, si los altos funcionarios pusiesen orden en las dependencias a su cargo.
Sucedió en Tuxtla Gutiérrez, en marzo pasado; como cualquier ciudadano libre, la principal víctima fue con unos amigos a una tienda de convivencia a comprar cervezas. De regreso a su casa, una patrulla les dio alcance, obligándoles a bajar del auto en el que viajaban y despojándolos de sus pertenencias, incluido —¡pero por supuesto, es lo primero que se llevan— dinero.
Llama la atención el hecho que los policías, hayan sido especialmente agresivos contra uno de ellos, de oficio taxista. Éste, unas horas antes de su desafortunado encuentro con los agentes del “orden”, había frustrado un asalto en su contra, perpetrado por dos malandrines que le pidieron servicio por la colonia “Pomarrosa”, y a quienes logró despojar del cuchillo con que le amagaron.
Durante el forcejeo entre la víctima y los policías, lo despojaron de su billetera y un celular; logró finalmente liberarse de los gendarmes, arrebatarles el celular y correr a su casa, internándose en la de un vecino. Mientras huía, un policía le disparó, hiriéndole una de las espinillas.
El mismo agente que disparó —aprovechando la confusión de la familia del agraviado—, se metió por la fuerza a la vivienda, sustrayendo 38 mil pesos, que, según los afectados, es propiedad de uno de sus patrones en un segundo empleo. En el video que acompaña ésta columna y que fue captado por el propio agredido, se ve cuando el policía, sale de la casa y es encarado por la hermana de éste, intentando incluso, arrebatarle lo robado.
Ante los reclamos de la mujer, los policías deciden llevársela detenida, junto con un tío de ésta (el hombre de la camiseta blanca y short negro). En el camino, la despojaron de más de mil pesos que llevaba consigo, aseguran sus familiares, quienes agregaron que los mismos policías, introdujeron un arma de fuego en el auto del ofendido, misma que nunca le ha pertenecido, ni la había visto jamás.
Lo grave de este asunto es que la familia agraviada, interpuso demanda penal contra los policías y ¿qué cree? No ha caminado ante el Ministerio Público. En la afamada Fiscalía que se supone, fue diseñada especialmente para combatir la corrupción y la impunidad de los servidores públicos, le han venido dando largas y más largas al expediente R.A. 0124-101-1301-2019, levantado de acuerdo al oficio 01-04-2019, contra los tripulantes de la patrulla (0) 0183, directamente acusados del robo en cuestión.
Peor aún: desde esa Fiscalía, han estado recibiendo presiones para que se desistan y además, han recibido veladas amenazas, incluso, de muerte. Cuando bien les ha ido, les han sugerido “mocharse” con los funcionarios de la Fiscalía Anticorrupción, paran que les hagan justicia. ¿Dónde, entonces, queda el combate a la corrupción?
Lo expuesto un claro abuso de poder; un asalto en pleno rostro de las víctimas, que refleja la descomposición de la institución policial; el que los ciudadanos tengan que protegerse de los policías, es algo que no debería verse en Chiapas y menos, mucho menos, en éste tiempo en que se asegura, las cosas deben cambiar.
Es claro también que la señora Gabriela del Socorro Zepeda Soto, no tiene capacidad para controlar a la corporación a su mando… Menos que la tenga para lidiar con los delincuentes que, al fin y al cabo, ella protege, con o sin su conocimiento. Lo hemos dicho una y otra vez: si no puede, que renuncie. Pero que no siga causando más daños al patrimonio de los chiapanecos. Así der sencillito.

Transitorio
Por muchos “otros datos” que tenga el presidente López, un hecho irrefutable es el precio actual de algunos productos básicos, que son claro indicativo que vamos derechito a una recesión. Los especialistas en economía coinciden: No hay retroceso en la economía, pero sí estancamiento, “que es peor”, afirman.

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